2 may 2010

Automóviles por la Gran Vía - Segunda parte

Desde 1899 el automovilísmo había adquirido un extraordinario desarrollo en Europa y en especialmente en Francia. Nacen entonces las carreras de coches, motivo por el cual la industria automovilística irá innovando progresivamente hasta conseguir velocidades de vértigo, 50 km/h, por poner un ejemplo.
El grabado de este Decauville muestra el aspecto de los coches hacia 1902; más adelante veremos la metamorfósis a la que se vieron sometidos estos aparatos.

El automóvil era un 'artículo de lujo' al que tenía acceso la "crème de la crème" de la aristocracia española. Así el duque de Alba era propietario de un Panhard de 24 caballos; el conde de Peñalver, el marqués de Santillana y el duque de Santo Mauro, Pahard de 6 caballos. Este último también tenía un Peugueot de 8 caballos.
Claro que estos son algunos de los condes, duques y marqueses, además de la alta burguesia, que disponían de estos medios de transporte.

Hay que tener en cuenta que un automóvil de 12-14 caballos constaba entre 12 y 14 millones de pesetas. El gasto mensual que suponían era de unas 2.200 pesetas. A saber:
  • Gasolina y grasas 800 ptas.
  • Neumáticos 700 ptas.
  • Reparaciones, seguros e impuestos 270 ptas.
  • Mecánica, garage y accesorios 430 ptas.
En resumidas cuentas, el automóvil era sinónimo de prestigio, algo que supieron aprovechar las empresas para publicitar sus productos. Un ejemplo claro es este anuncio de los míticos chocolates Matías López:


De la Hemeroteca Digital-BNE, fuente de documentación de nuestros artículos, hemos recopilado anuncios sobre las oficinas y tiendas de las grandes firmas de automóviles instaladas en Madrid.

Como es lógico, citaremos aquellas que estaban sobre la Gran Vía; pero había muchas, y de prestigiosas marcas, repartidas por el centro de la ciudad.

De PUBLICIDAD AUTOMOVILES
De PUBLICIDAD AUTOMOVILES

Las imágenes y los datos han sido recogidos en su mayoría de la revista 'Madrid Automóvil', publicación dedicada a los deportes de motor y la actualidad del automóvil de Madrid y Provincias. En su tiempo tuvo la Redacción y Administración en la calle Ayala, 57 - Entresuelo, derecha.


Primer tramo
Avenida de conde de Peñalver

La primera fotografía, publicada por memoria de madrid, muestra el Salón de Exposición que la firma FIAT HISPANIA tenía en el número 19.


A continuación, anuncios publicitarios de la firma. Ilustraciones y fotografías a toda página que hablaban de las maravillas de los FIAT y anunciaban los modelos que aparecían año tras año.



También estaba la firma MERCEDES ESPAÑOLA S.A., único concesionario para España y Marruecos de DAIMLER-BENZ. La Oficina central, Exposición y Ventas estaban en el número 25.
El Presidente de esta sociedad era D. Juan Manuel Urquijo, y el Director de las oficinas de Madrid era D. Pedro Houke.





La firma automóviles y camiones DELAHAYE estaba en el número 22. La fotografía inferior nos muestra una panorámica de la flota de camiones tomada en 1920



Y como en su mayoría este artículo ha mostrado publicidad, acabaremos mencionando la agencia de publicidad PUBLICITAS, que estaba en el número 13.



29 abr 2010

Automóviles por la Gran Vía - Primera parte

Antes de centrarnos en esta primera parte de 'Automóviles por la Gran Vía', haremos una pequeña introducción.
En general, la circulación de transportes por Madrid era copiosa y variada. Tranvías, carros, coches a caballo y los vetustos automóviles de finales del Siglo XIX atravesaban las calles madrileñas entre una maraña de peatones.
Las películas de la época muestran un verdadero caos de circulación que se masificará aún más con la llegada del Siglo XX y los nuevos y elegantes automóviles.

Será el conde de Peñalver quien comience a eliminar los carros que traían la carne desde el matadero y los remplazará por enormes y pesados camiones. En 1908 también dotará al cuerpo de bomberos de coches para el transporte de personal.


Y hablando de camiones, los había muy feos, como el Camión ligero Peugeot del Batallón de Carabineros nº 3. La fotografía es del año 1902.


En nuestro apartado 'Sociedad' dimos cuenta del viaje desde Madrid hasta Toledo realizado por la familia real y la aristocracia en 1905. Toda una odisea que podéis ver en este enlace.

Como siempre, la picaresca madrileña, hacía chistes de cualquier cosa. Los coches y la aristocracia no quedaban impunes. Así lo reflejaba el humor y la pluma de Marín y Benavente en la revista Madrid Cómico de 1898.




Si es que esto de los coches daba para mucho. Hasta para celebrar la boda de Alfonso XIII se formó un festival de automóviles en el Pardo.



El 4 de mayo de 1907 se celebró en el Palacio de Bellas Artes de Madrid la Exposición Internacional de Automóviles. Asistió a la inauguración el Rey y la alta sociedad. En su discurso, el conde de Peñalver votó por "el progreso de España en esta industria".


La revista ilustrada 'Gran Vida' nos muestra detalles de aquella exposición en la que intervinieron las marcas de coches más famosas y empresas relacionadas con el sector. (ver contenido)

Los periódicos y revistas anteriores a 1910, año de inicio de las obras de la Gran Vía, muestran los modelos de automóviles que anunciaban las concesionarias.






En una Gran Vía recién estrenada, y elegante, fueron apareciendo los Salones de exposición de las grandes marcas de automóviles que muy pronto comenzaron a formar parte del paisaje urbano de Madrid.
El desarrollo del automovilismo en España iba creciendo, por eso nos queda mucho que contar.


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26 abr 2010

La iluminación de la Gran Vía

En el ‘Pliego de condiciones facultativas y económico-administrativas’ para la realización de las obras de reforma de la prolongación de la calle de Preciados y enlace de la Plaza del Callao con la calle Alcalá, se describe el tipo de alumbrado que tendría la vía en toda su longitud.

En la sección Facultativas, del Capítulo Primero, dice:


En 1915 aún no se había provisto de alumbrado público al primer tramo de la Gran Vía. Las diferencias entre la Empresa concesionaria de las obras y las Compañías de Gas y Electricidad, razonables en cierta medida por el tiempo transcurrido desde la aprobación del proyecto, y las circunstancia de la nueva contrata del alumbrado público, ocurrida con posterioridad, crearon ciertas divergencias de interpretación.

Tal era la gravedad del hecho que, en la sesión del Ayuntamiento del día 22 de octubre de 1915, ante la urgencia y prioridad del servicio público, resolvió de forma radical y dispuso requerimiento a la Empresa concesionaria y a las Compañías de Gas y Electricidad, para proceder, en un plazo perentorio, a la instalación de esos servicios.

En definitiva, muchas farolas y muy bonitas, pero sólo para dar sombra.

La iluminación de la Gran Vía
El dibujo realizado por los arquitectos Sallaberry y Octavio en 1901 es quizá la única referencia existente que muestra el diseño de las farolas.


En el libro 'La Gran Vía, Historia de una calle', de José del Corral (ISBN: 8477371148), refiriéndose al dibujo de Sallaberry y Octavio, dice:

<< Estaban constituídas por unas gradas circulares que sostienen un cuerpo octogonal, del que surge otro de cuatro lados más cortos y muy adornados. Entre los salientes figura el escudo de Madrid, colocado en la base de una columna adornada de perlas y de fuste estriado y dividida por anillos en resalto.La parte alta se adorna con cuatro cabezas de león, y bajo ellas salen doce globos de luz colocados a dos alturas. El capitel de la columna está formado por largos acantos, y sobre ellos, equinos con adornos, y queda remontado por un cuerpo en forma de tronco de cono invertido, sostenido por hierros y rematado por piña achatada. >>

Las fotografías muestran el alumbrado público de la Gran Vía en sus diferentes tramos y en épocas distintas.


1920


1927



1931



1932



1934


1935


1950



1984



Como decíamos en uno de nuestros artículos, la Gran Vía se había quedado estrecha casi antes de comenzarse a construir.

El boulevard y los árboles sólo fueron un proyecto. Las farolas allí estaban, lo mismo que aquel mausoleo de la Red de San Luis, pero todo tuvo que desaparecer para, si no ensanchar, dar más espacio a la circulación.



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24 abr 2010

La moderna Plaza del Callao

Hemos conocido los orígenes de esta plaza, antiguo arrabal en tiempo de los árabes y lugar donde una vez estuvieron los monjes de San Martín.
Punto de encuentro de las Avenidas de Pi y Margall y la de Eduardo Dato, la Plaza del Callao seguirá sufriendo transformaciones hasta entrado el Siglo XXI.

Tiene el honor de mostrar en su paisaje al otrora flamante Palacio de la Prensa, el Cine Callao, la FNAC y el Corte Inglés. Pero la plaza tuvo en otros tiempos un encanto ya perdido.

El Hotel Florida
En el sitio que ocupa el Corte Inglés, existió el Hotel Florida. Un lujoso edificio del que ya daremos cuenta en detalle; lugar de alojamiento de adinerados y centro neurálgico de reporteros extranjeros durante la Guerra Civil.
En febrero de 1924 se inaugura el Hotel Florida, que ocupaba todo el inmueble construído en la Plaza del Callao, con fachada a la calle del Carmen y lindando con el edificio de la Compañía Adriática de Seguros .

Era obra del arquitecto Sr. Palacios, con un diseño donde dominaban las líneas verticales sobre las horizontales y empleando en la decoración de la fachada gran cantidad de mármol.
La capacidad del hotel era de 200 habitaciones, todas ellas dotadas de cuarto de baño, y los más modernos servicios que requería la época.
El precio de la habitación en 1932 era de 10 pesetas y la pensión completa desde 25 pesetas.

El hotel desapareció en la década de los 60 del Siglo pasado y sobre su solar fue construido el edificio de Galerías Preciado, hoy el Corte Inglés.

En las fotografías siguientes podemos apreciar la ubicación del hotel.



A continuación una presentación quemuestra las modificaciones que sufriría la plaza con los años. Así podemos ver la gran farola que la iluminaba en los años 20, cuando el tranvía pasaba por allí desde la calle Preciados; el tráfico de coches que hasta hace poco circulaban; la plaza y fuente que llegó a tener, y el maravilloso contraste de edificios que continúan dando fama a esta antigua plaza madrileña.




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20 abr 2010

La antigua Plaza del Callao

La Plaza del Callao, tan transitada hoy en día por quienes se acercan a ella desde la calle de Preciados, del Carmen o Gran Vía, fue en sus tiempos muy distinta a como hoy la conocemos.

Los monjes de San Martín
El Rey Alfonso VI de Castilla, conquistador de Madrid en 1083, concedió a los monjes de San Martín el privilegio de poblar esta zona madrileña que, según relatos, comprendía un arrabal poblado por cristianos antes de la conquista, cuya presencia toleraban los árabes con la condición de que vivieran fuera del recinto amurallado.

El privilegio de los monjes fue ratificado por Alfonso VIII (nieto de Alfonso VI) en 1126.
El Monasterio de San Martín estaba ubicado en la Plaza de las Descalzas, en terrenos que luego ocupó la Iglesia de San Martín y donde hoy se levanta la que fuera casa del Monte de Piedad (Caja Madrid).

Las eras donde los monjes aventaban el trigo recogido en las huertas y campos colindantes con el Monasterio, estaban ubicadas en la calle del Horno de la Mata (hoy calle Tolosa).

La Plaza del Callao y la mayoría de las calles contiguas estuvieron dentro del Vicus Sancti Martini, que durante mucho tiempo fue llamado Arrabal de San Martín o El arrabal.

Según la tradición, se cuenta que los monjes y el clero de la sacramental de la parroquia evitaron en los primeros años del siglo XIII que Doña Berenguela y su hijo, Fernando III (San Fernando), cayesen en manos de Alvaro de Lara y sus hombres, quienes disputaban a Fernando los derechos a la corona de Castilla.
Hubo una gran resistencia y murieron muchos monjes, pero las campanas del monasterio dieron toques a rebato, recibiendo auxilio del Alcalde de la Villa y otros caballeros y hombres de arma, que ganaron la contienda.

En recuerdo al suceso se levantó una cruz de piedra en el lugar de la refriega. En cada aniversario los monjes en procesión iban hasta la cruz y allí oraban en memoria de sus compañeros.

Al pie de la cruz estaba esculpida la siguiente leyenda:

"Aquí murieron algunos de nuestros monjes y varios domésticos de este priorato con muchos hermanos de la Cofradía del Santísimo Sacramento, en defensa de la señora reina Berenguela y de su hijo el Rey San Fernando librando los de la fracción de los Lara que los tenían rodeados a sus altezas en la Ermita Real"

A finales del Siglo XIII el "arrabal de San Martín" fue incluido dentro de la cerca (1), desapareciendo la cruz de piedra. Fue sustituida esta por una de madera a la que acudían en procesión cada año los tiempos de Fernando VII, luego se perdió la tradición.


Calle del Postigo de San Martín
(1) La cerca a que nos referimos iba por entre las calles de Jacometrezo y Preciados, abriéndose un postigo para facilitar la salida al campo.
El postigo estaba ubicado aproximadamente frente al Palacio de la Prensa, en lo que hoy es la Plaza del Callao.

Vecinos de esta calle
El tiempo y las reformas han sepultado en el recuerdo las casas de otros tiempos que ya no existen. Otras sí que están y rememoran aquel Madrid de épocas lejanas. Pero los que se han perdido, afortunadamente no del todo, son los vecinos de esta calle del Postigo de San Martín.
Su recuerdo queda reflejado en los documentos que conserva la Biblioteca Nacional de España.
No podemos ponerles cara pero sí sabemos sus nombres y profesión.
  • D. Pedro Bonifacio Gorrón de Cisneros, Postigo de San Martín nº 2 - Agente Fiscal de Nueva España y Secretario de la Real Academia de Derecho Patrio (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1796)
  • D. Santiago Fernández de la Reguera, Postigo de San Martín nº 25 - Agente del Número de Indias con Real título de S. M. (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1796)
  • D. Juan Antonio Cuerbo, Postigo de San Martín nº 24 - Teniente de Arquitecto y Fontanero mayor (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1830)
  • D. Francisco Javier Lopez Isidro, Postigo de San Martín nº 23 - Abogado de los Reales Consejos y del M. I. Colegio de Madrid (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1830)
  • D. Pedro Perez Llanos, Postigo de San Martín nº 18 - Escribano Incorporado en el Colegio de Madrid (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1830)
  • D. José Cafranga, Postigo de San Martín s/n - Secretario de Cámara de Gracia y Justicia, Real Patronato de Castilla (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1831)
  • Ilmo. Sr. D. José Gonzalez Maldonado, Postigo de San Martín nº 24 - Secretario del Real Patronato de Aragón (Guía de Litigantes y Pretendientes - 1831)
Y así podríamos continuar citando nombres hasta llegar al de D. Francisco Pi y Margall, que tuvo su primer domicilio en esta calle.


Nacimiento de la Plaza del Callao
La plaza nace en el año 1886. Hasta ese año el espacio de la plaza estaba ocupado por varios inmuebles de la calle Preciados y del Carmen.
Al reformarse las calles de Postigo de San Martín, Preciados y del Carmen, se creó la Plaza del Callao.

La fotografía inferior muestra la plaza en 1910, antes de acometerse las obras del primer tramo de la Gran Vía.
Es bien visible la cúpula y tejados del edifico que linda con el Cine Callao.





















La 'Guía de Litigantes y Pretendientes' del año 1842 habla de la delimitación de los barrios, que así estaba:


Recordar aquel Madrid es apasionante, y más la historia de nuestra Gran Vía, que fue llevándose a su paso calles y casas, camino al desarrollo de una ciudad moderna.


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La hija de Miguel de Cervantes en la Red de San Luis

Aunque parezca una anécdota, en verdad doña Isabel de Cervantes Saavedra, hija legítima del autor del Quijote, vivió en la antigua Red de San Luis.

Así queda reflejado en la "Escritura de las Capitulaciones celebradas para el Matrimonio de Doña Isabel de Cervantes Saavedra...". (ver documento)

El documento, encontrado en 1853 a raíz de un pleito, está fechado en Madrid el 28 de agosto de 1608, y en él se aportan datos sobre el lugar de residencia de la hija de Cervantes y de la hija de esta, Isabel Sanz de Saavedra (1607-1622), fruto de su primer matrimonio con D. Diego Sanz. 

Isabel de Cervantes Saavedra se casará con el escribano Real D. Luis de Molina en la fecha mencionada. Molina fallecerá el 23 de enero de 1632 dejando a su esposa en testamento una casa de la calle del León esquina con la de Franco. 
En esta casa fallecerá en 1616 Miguel de Cervantes Saavedra.

El capitán Juan de Urbina, secretario de Cervantes y del Príncipe Filiberto de Saboya, donará a Isabel Sanz de Saavedra una finca ubicada en la Red de San Luis, frente a la calle de los Jardines y lindera a las casas de Juan García. 
La niña será heredera de esta casa, y a su muerte, contando tan sólo catorce o quince años, el bien pasará a su madre, Isabel de Cervantes Saavedra, a su padrastro, Luis de Molina, y a su abuelo, Miguel de Cervantes Saavedra.

Muerta la niña, Juan de Urbina reclamará la finca, sin embargo este pleito no se llevará a cabo.

La casa de la Red de San Luis
Existen documentos que hacen referencia a la finca que ocupó la hija de Miguel de Cervantes.
Se sabe que al menos vivirá en esta casa entre 1607 y 1632.

Así lo dejará registrado Octavio de Toledo:

< (Al fol. 178 vuelto de este vol. ms. que se conserva el Est. 2, nº 303, se halla el asiento siguiente:)
< Un casa de Luis de Molina sc.no y de D.ª Isabel de Saabedra su muger: tassada en 48 ducados se subió a 55 ducados.> (Esta casa es el núm. 18 de la manzana 343 de la Planimetría de Madrid.)>>


A este asiento le precede:


Según la Planimetría de Madrid, la casa de Isabel de Cervantes Saavedra estaba ubicada en el nº 18 de la manzana 343 (marcado en el plano con un círculo)


Se decía en su momento que Isabel de Cervantes Saavedra había ingresado en el Monasterio Trinitario Descalzo. Si acaso podemos decir que de estar enterradas ella y su hija en el Monasterio, será como seglares y bajo su voluntad expresada, no como religiosas.
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